lunes, 8 de abril de 2013

Viaje a Buenos Aires o como lo perdonamos a Ariel



Hace rato que vengo pensando en cómo resolver el reto de volcar en pocas líneas todo lo que fue este fin de semana en Buenos Aires y aun así poder reflejar lo excelente que la pasamos durante este viaje magiquero, un reto que seguro fracasare pero aun así daré mi mejor intento.

Para comenzar, les paso a contar los aspectos previos al viaje. Este sin lugar a dudas estuvo mucho mas organizado que nuestro último viaje, el de Santa Fe, pero para ser honestos no se necesitaba mucho para superar esa seguidilla de improvisaciones que resulto en ida y vuelta jugadisimas. Sin embargo el que haya estado más planeado no lo hizo más sencillo o menos improvisado.

La idea original era contratar una combi e ir todos juntos, algo que con el correr de los días parecía un plan utópico, nadie confirmaba, nadie sabía nada, nadie te aseguraba nada. Por lo que decimos repetir la fórmula de Santa Fe, juntar 5 en el auto de Agus y listo. Parecía sencillo, simple, claro. Pero la publicidad miente, y si bien el auto se lleno al toque, la formación del equipo fue mutando hasta horas antes de emprender el viaje. Decidí no quemar a nadie ni hacer reproches, pero los que se fueron bajando son todos unos putos jaja.

El quinteto
El equipo entonces quedo conformado así dando los nombres con los que luego fuimos conocidos; al volante y contador de anécdotas, Agus Perna, el hijo del medio, Mama Vicky Victorio, Nacho Torres, el hijo mayor; Jere Lio, el más peque de los hijos y su servidor, Papa Fantom y capitán del equipo.

Luego de pensarlo, y el modo en que empezamos y terminamos el viaje, se podría decir que el nuestro fue un recorrido gastronómico, pues lo que no falto nunca fueron buenas comidas. Empezando por un almuerzo en el Libertad siendo el comentario lo fuerte que estaba la veterana que atendía La Empanaderia. Nacho a esta altura ya comenzaba a dar muestras de su comportamiento errático que luego daría lugar a la frase del viaje, estando todos pidiendo pizzas y empanadas para todos, el queriendo comprar desesperadamente un pancho y una coca… En fin, ya satisfechos y con toda la barra de energía cargada empezamos a viajar con Agapornis al palo, el soundtrack oficial del viaje.

OST oficial
El viaje estuvo cargado de expectativas, no dejábamos de debatir en aquello que nos reparaba los torneos, lo cual resulto ser nada más que decepciones, pero en ese momento aun no lo sabíamos. De pensar en que podía llegar a ganar, sacarle mano a los que se bajaron, a los que no fueron, a los que no sacrificaron, etc., los típicos comentarios de gente buena leche como nosotros. A todo esto, Nacho seguía empecinado en convertirse con sus frases y comportamiento en el más, como decirlo… creo que no hay palabras, el más menos persona normal del viaje si se puede.  No lo entendíamos, no lo comprendíamos, le temíamos y repudiábamos, nunca habíamos pensado que luego del Santa Fe, luego de soportarlo durante horas y horas querríamos quererlo de nuevo, pero no podíamos evitar pensar en lo mucho que lo extrañábamos a Ariel… ninguno lo podía creer, pero era más normal y soportable que nacho.. “Ariel, volve, te perdonamos” reverberaba una y otras vez en respuesta a cada acción de nacho, convirtiéndose tal como venia anticipando, en la frase oficial del viaje. Si vamos a Córdoba le digo a Ariel, volve, te perdamos…


Algo que nos paso en Santa Fe es que nos costaba llegar siempre a destino, no era que nos perdíamos, simplemente nunca sabíamos a dónde íbamos. Esta vez el asunto fue diferente, teníamos las indicaciones de nuestra GPS, Mónica que con su dulce voz de petera nos guiaba el camino, a veces se equivocaba o nos hacia pagar peajes de mas, pero la queríamos igual. Jennifer, la GPS angloparlante del celu de Vicky también metió bocadillo, y su aporte fue significativo. Luego de mucho viajar, llegamos a destino: HOSTEL PAMPA. Sin demasiado que esperar, el hostel nos sorprendió gratamente, era muchísimo mejor lo que esperábamos. Una seguidilla de chistes para aliviar la tensión del viaje se dio a lugar durante el check in, a lo que nacho pregunto: que es check in? Y una frase que se dibujaba en la mente de todos… La chica del hostel nos pedía nuestros datos, nombres, edad, profesión, algo normal, llegado el momento de nacho; profesión? Operario… Pero si trabajas de empleado en una droguería! Por que operario? Preguntamos a Nacho sin comprender el modo en que su cerebro funciona, a lo que contesto “Es que opero una PC” Si, no había dudas, la frase se repetía una vez más en nuestras mentes… Ariel, volve, te perdonamos…

Fuimos a la habitación, bastante cómoda por cierto e hicimos un pequeño tour por el hostel, Agus oteando a todo momento el panorama con la esperanza de encontrar alguna fémina extranjera donde pueda depositar parte o gran parte de su jalea real, lamentablemente no tuvo suerte. Sin embargo durante este viaje exploratorio hicimos un mágico descubrimiento, había alto parrillero. Al verlo todo se me hizo evidente, no había opción, teníamos que hacer un asado. Mi propuesta de hacer un asado fue aceptada por todos, pero con evidentes muestras de dudas con respecto a mis habilidades como asador, no los culpo, pero aun así confiaron en mí.

Alto asado
Fuimos a comprar las cosas para el asado, carne, choris, morci, salchicha parrillera, carbón, y shampoo, pero para bañarnos, no para el asado. En el camino al hostel me hice de diario viejo y un cajón de manzanas, para prender el fueguito. Los pibes aun desconfiaban de mí, pero el modo en que me hice de esos ítems en mi inventario iba subiendo mi reputación como asador. Vicky quería llegar alcohol para el fuego o algo así, y a lo que le respondí. “No hace falta, man, prendo el fuego como un campeón”

A pesar de los pronósticos reservados de los pibes, el fuego lo encendí al toque, y el asado resulto ser una magia, lo cual sorprendió a todos incluyéndome, porque hasta ese momento yo también tenía mis dudas, había inflado bastante mis habilidades como asador pero no quería mostrar flaqueza. Comimos alto asado en la terracita, la verdad que fue una excelente cena. Nacho termino de comer y se puso a correr por la terraza y hacer medialunas, según él, porque el asado le había dado muchas energías y quería bajar la comida… Si si, lo que se imaginan…Ariel, volve, te perdonamos…

A esta altura ya era oficialmente reconocido por mis pares como el capitán del equipo, lo cual me lleno de orgullo y al mismo tiempo me ortogaba la responsabilidad de organizar muchas de las actividades del grupo. Ya haciéndose tarde la noche se limito a testeo, gaseosa, cucharita de mi parte a Jere y a dormir, mañana sería un gran día, o eso pensábamos.

Llegamos, gracias a la ayuda de Mónica y Jennifer sin ningún problema al puente Maipú, venue (palabra cheta para decir lugar del torneo), una vez ahí nos encontramos con los muchos compatriotas rosarinos que habían viajado y dado cita en el MWCQ. Compartimos anécdotas y comentarios con nuestros amigos, y comenzó, luego de varias horas de inscripción y demoras, el torneo.


Sergio y Facu, lo mejor de Rosario
La verdad que no hay muchos detalles con respecto a nuestra actuación en el torneo, básicamente nos cabio. No sé bien los chicos, pero les puedo decir lo que me paso a mí. Había empezado ganando, luego empatando, para después perder. Quedando en un tristísimo 1- 2 -2 Drop. El tema fue falta de testeo post sideboard, no conocer algunos mazos y tampoco la suerte me ayudo demasiado. Sirve como experiencia, sobre todo en saber cómo prepararse previo a un evento de estas características. Sin embargo a pesar de las penas propias, todos estábamos expectante y contentos del genial, y ya super comentado, excelente rendimiento de Facu Conde y de Sergio “campeón” Ramadan. Sentí que debía decirle unas palabras de aliento a chock antes de sus últimos partidos, palabras que lo hicieron emocionar hasta las lágrimas. Fueron de corazón, chock y lo sabes. Y eso fue lo que puedo decir de mi experiencia del mi primer nacional.

Emi Arevalo, el cordobes
Volviendo con el folclore, Pato en teoría se quedaba con nosotros en el hostel, pero estaba muy enojado y decidió hacer otras cosas en vez de jugar el PTQ dejando un lugar libre en nuestra base eventual de operaciones, Chock que venía re manija, quería jugar también el PTQ así que sumo al grupo. En eso viene Jere y me informa que Agus nos había dejado a gamba por que se había ido con una minita, el código de amigo evito que nos enojemos y empezamos a averiguar cómo volver en bondi. Me quede viendo los partidos del top de Sergio hasta que se hizo muy tarde, y decidí que era hora de volver al hostel. Cuando caigo a la parada de colectivo, pues los chicos habían salido con mayor antelación, me encuentro con la noticia que Vicky se iba también, no se quedaba con nosotros ni jugaba el PTQ, pero que alguien más se quedaba en el lugar del narigón. Un loco que no había visto nunca en mi vida, y este quién es? Pregunte, es un cordobés que encontramos en el torneo, me dice Jere... Y así es como se sumo Emiliano Arevalo al grupo, una cordobés muy buena onda que ya había tenido el gusto de conocer en torneos anteriores pero que no me acordaba.

Ya en el bondi nos dimos cuenta que el cordobés era una masa, haciendo chistes, diciendo culiado cada 2 segundos, no hizo reír durante todo el viaje, a lo que Jere no dejaba de repetir  “Son muy graciosos los cordobeses” Y si culiado, respondía Emi, Viste, son muy graciosos!! Compramos morfi en un rotisería y llegamos al hostel fundidos, nos fuimos al comedor y ahí conocimos un grupo de africanos y una suiza que estaba para pasarle cera CUAK! La interacción entre el cordobés, la suiza, los africanos, una porteña, nosotros, nacho era realmente algo para grabar y pasar en el cine. Los africanos hablaban en un muy buen español, porque era una de sus lenguas nativas, algo muy peculiar, la suiza hablaba español también y Emiliano hablaba cordobés, lo cual nosotros hacíamos de intérprete de cordobés/español, porque resultaba casi incompresible para el resto.

Los africanos muy buena onda, pero le hicieron alta trolleada el cordobés. Estaban comiendo alitas de pollos con pimienta africana, un puré amarillo que te hacia llorar solo de tenerlo al lado. El africano lo invito a probar al cordobés, y ponele sabor refiriéndose al picante. El guaso del Emi mojo la alita como si no hubiera mañana, cuando la mordió podrán imaginar su reacción, casi se muere, puteando a dos manos y no sabiendo que hacer para quitarse el picor de la boca. Los negros se re contra cagaban de risa y yo también.

Nos fuimos a acostar, pero aun faltaba en el cuarto Agus y Chock, era casi imposible conciliar el sueño, estábamos todo re manija a pesar del cansancio, no podíamos dejar de reírnos con el Emi, lo que Jere seguía asegurando que los cordobeses son muy graciosos. Cuando estábamos ya conciliando el sueno, cae Agus y nos despabilamos todos, le presentamos al cordobés y nos contamos que nos había pasado después que nos separamos. Al rato cae chock, nos cuenta que Sergio salió campeón y empezamos a hablar de eso, estábamos re contentos por él, chock tiro una de sus frases al preguntarle al cordobés de donde era, a lo que Emi le respondió “de la rioooja” lo que estallo una seguidilla de risas, y chock una vez mas fue trolleado… Jere decía, que graciosos son los cordobeses!!!

Era imposible dormir, cada vez que queríamos conciliar el sueño  alguno tiraba algún comentario, un chiste, algo que nos despabilaba a todos. Ya que no podíamos dormir, decidimos levantarnos nacho, Emi y yo a tomar algo y a ver si nos agarraba sueno. Los africanos estaban haciendo previa, nos invitaron a salir pero dijimos que no, tomamos un porrón y después nos fuimos dormir.

Desayuno de campeones
A la mañana siguiente una vez más me puse la cinta de capitán y fui armando todo para que no lleguemos tarde al venue, nos subimos al auto, pusimos el soundtrack oficial y empezamos otro día mas de torneo, esta vez iba como juez, y jugaba solo Emi y chock. Llegamos y torneo tenía menos convocatoria de lo que imaginábamos.





Pulse siempre dando la nota...
 Empecé a trabajar como juez y el torneo estuvo bastante tranquilo, hacia las 20hs ya estaba bastante cansado, el WCQ y las pocas horas de sueño me estaban haciendo mella. Durante la última ronda justo me toco presenciar algo que me sorprendió mucho. Nuestro amigo cordobés estaba jugando justo contra Máximo Bindelli en un partido muy cerrado, había chances que alguno entre al top, era pocas pero existían. Llegan a los turnos y ninguno había ganado, la tensión se notaba en el aire, a ninguno le convenía el empate, no sabían qué hacer, preguntan si pueden tirar un dado para definir el ganador a los que respondo que si hacen eso quedan descalificados. Agrego, cualquiera de los dos le puede conceder al otro en cualquier momento. No sabían qué hacer, hasta que Máximo le dice, Mira, no te voy a conceder… Entonces te concedo yo, dijo el Emi, todos los que estaban ahí quedaron sorprendidos y Máximo puso los ojos como platos. En serio?? Si culiado, ya esta, vos queres ir, si empatamos no va ninguno, anda vos y listo. Finalmente ninguno hizo top, pero en ese momento ninguno lo sabía. La verdad que esa actitud demuestra el corazón de Emiliano, tuvimos suerte en conocerlo.

Una como pocas...
A las nueve de la noche, ya nos estábamos volviendo para rosario. Nos despedimos de nuestro nuevo amigo Emiliano, ahora teníamos más ganas de ir a WQC de Córdoba, quedamos en  ir y salir con Emi, ojala que lo podamos hacer.  Luego de varias mutaciones, el grupo de la vuelta éramos Jere, Agus, nacho y yo. Ya que la pasamos tan bien, terminemos como corresponde, vayamos a comer a alguna parrillita, fue mi sugerencia. Nos metimos en lo que parecía una parrilla, nos sentamos, pedimos la carta, pero nos pareció caro y no nos gustaba la carta, así que nos levantamos y nos fuimos. Seguimos camino, y vimos un cartel amarillo con neón que decía simplemente PARRILLA, esta es la nuestra, entramos y comimos más que bien, fue un compañón.

Monica y la cocucha enfriandose en el aire
Y así empezó nuestro camino a casa recordando lo que fue el viaje, compramos un par de gaseosas, soundtrack oficial y mucha ruta. El fin delo viaje se aproximaba y no podía dejar de pensar en lo bien que la había pasado con gente que hasta hace poco eran desconocidos y ahora me gusta pensar que son mis amigos, y espero que ellos piensen lo mismo de mi. Eso es lo hermoso del magic, hacer amigos, compartir experiencias y sobre todo pasarla bien.

Una vez en Rosario, Agus nos dejo a cada uno en su casa. Cuando me dejo a mí, estaba contento de llegar, estaba cansado y con ganas de estar en casa, pero al mismo tiempo me puse triste, pues significaba que el viaje había oficialmente terminado, me hubiera gustado que dure un poco más, y más que nada tengo ganas una vez mas de repetir la experiencia… muy pronto.. Eso sí, Ariel, volve, te perdonamos…

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